En una visita realizada a la Colegiata de Santa María, el pasado 18 de febrero, el alcalde de Calatayud observó restos en el suelo del arco que delimita la cúpula sobre el altar de la que cubre la unión de los brazos de la nave central. Puesto en conocimiento del arquitecto municipal y tras haberse realizado las pertinentes inspecciones, se ha observado que se han desarrollado unas grietas, que ya habían sido localizadas el pasado año, y que estaban reforzadas.
Tras todo esto, el Gobierno de Aragón parece ser que redactará un informe para intervenir en arreglar estos desperfectos, ya que se confirma que la Colegiata padece movimientos estructurales, como ya se puso de manifiesto, el año pasado, en un informe elaborado por el Patrimonio Cultural de España.
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