Nos hacemos eco de la noticia que publica hoy el periódico Heraldo de Aragón, en la que el Ayuntamiento de la localidad zaragozana de Saviñán ha solicitado ayuda urgente al Gobierno de Aragón ante el avanzado estado de deterioro del palacio de los Condes de Argillo, o de los Muñoz Pamplona.
Se da la circunstancia de que se encuentra en el centro de la localidad, con el consiguiente peligro que corren todos aquellos que paseen por las calles cercanas al palacio. Peligro que se ha visto acrecentado con las condiciones climatológicas de este último invierno, que han dañado la cubierta del palacio, que se ha hundido en algunas zonas.
El problema que se encuentra es que el palacio es de propiedad particular y el Gobierno aragonés ha contestado, según señala el mismo periódico, que lo deben arreglar los actuales propietarios y en caso de no ser así, que el Ayuntamiento de Saviñán se haga cargo de la rehabilitación y le pase los costes a los propietarios. El consistorio, por su parte, señala que no tiene los recursos suficientes para acometer los trabajos que habría que llevar a cabo.
Mientras este tira y afloja continúa, el palacio lleva 14 años apuntalado y con andamios (colocados por el propio Ayuntamiento) y se incluyó, en 2007, en el Inventario del Patrimonio Aragonés.
Parece que el palacio tiene los días contados, ya que lamentablemente, los herederos de los Condes de Argillo, han dejado constancia de su intención de derribar el palacio.
Esperemos que entre el Ayuntamiento de Saviñán, el Gobierno de Aragón y los propietarios se llegue lo antes posible a un acuerdo que salve de la precariedad en la que se encuentra un elemento tan significativo para el patrimonio cultural aragonés.
Se da la circunstancia de que se encuentra en el centro de la localidad, con el consiguiente peligro que corren todos aquellos que paseen por las calles cercanas al palacio. Peligro que se ha visto acrecentado con las condiciones climatológicas de este último invierno, que han dañado la cubierta del palacio, que se ha hundido en algunas zonas.
El problema que se encuentra es que el palacio es de propiedad particular y el Gobierno aragonés ha contestado, según señala el mismo periódico, que lo deben arreglar los actuales propietarios y en caso de no ser así, que el Ayuntamiento de Saviñán se haga cargo de la rehabilitación y le pase los costes a los propietarios. El consistorio, por su parte, señala que no tiene los recursos suficientes para acometer los trabajos que habría que llevar a cabo.
Mientras este tira y afloja continúa, el palacio lleva 14 años apuntalado y con andamios (colocados por el propio Ayuntamiento) y se incluyó, en 2007, en el Inventario del Patrimonio Aragonés.
Parece que el palacio tiene los días contados, ya que lamentablemente, los herederos de los Condes de Argillo, han dejado constancia de su intención de derribar el palacio.
Esperemos que entre el Ayuntamiento de Saviñán, el Gobierno de Aragón y los propietarios se llegue lo antes posible a un acuerdo que salve de la precariedad en la que se encuentra un elemento tan significativo para el patrimonio cultural aragonés.
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