El Ayuntamiento de Grisel, en la comarca de Tarazona y el Moncayo, con la ayuda de la Diputación Provincial de Zaragoza, han llevado a cabo la restauración de la ermita de Samangos.
Se trata del único vestigio que todavía queda de la antigua población del mismo nombre y que acabó despoblada tras la expulsión de los moriscos, en 1610.
La actuación, para la que el consistorio griselino ha aportado la cantidad de 70.000 €, ha consistido en la total restauración y consolidación de los muros, el saneamiento del suelo, la colocación de conductos que eviten humedades, la limpieza exterior y en mejorar los accesos de la N-122.
El próximo 23 de abril será el acto oficial de inauguración, y los habitantes de Grisel acudirán a la restaurada ermita para celebrar el día de San Jorge y el momento histórico en el que se despidieron los pobladores con el acto de la cortesía de las banderas.
La actuación, para la que el consistorio griselino ha aportado la cantidad de 70.000 €, ha consistido en la total restauración y consolidación de los muros, el saneamiento del suelo, la colocación de conductos que eviten humedades, la limpieza exterior y en mejorar los accesos de la N-122.
El próximo 23 de abril será el acto oficial de inauguración, y los habitantes de Grisel acudirán a la restaurada ermita para celebrar el día de San Jorge y el momento histórico en el que se despidieron los pobladores con el acto de la cortesía de las banderas.
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